Violencia contra la mujer
"La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación
de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de
riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado
hacia la igualdad, el desarrollo y la paz."
Kofi Annan,
Secretario General de las Naciones Unidas
La violencia contra
la mujer adopta formas diversas, incluidos la violencia en el hogar; las
violaciones; la trata de mujeres y niñas; la prostitución forzada; la violencia
en situaciones de conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones
sistemáticas, la esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por
razones de honor; la violencia por causa de la dote; el infanticidio femenino y
la selección prenatal del sexo del feto en favor de bebés masculinos; la
mutilación genital femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales.
La Declaración sobre
la eliminación de la violencia contra la mujer, adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en 1993, demuestra el reconocimiento y la
comprensión internacionales de que la violencia contra la mujer es una
violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra la
mujer.
En la Plataforma de
Acción adoptada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en
Beijing en 1995, se define la violencia contra la mujer como una de las 12
esferas de especial preocupación que deben ser objeto de particular hincapié
por parte de los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad civil.
En su 42o período de
sesiones, celebrado en 1998, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de
la Mujer de las Naciones Unidas propuso nuevas medidas e iniciativas que
deberían aplicar los Estados Miembros y la comunidad internacional para poner
fin a la violencia contra la mujer, incluida la incorporación de una
perspectiva de género en todas las políticas y programas pertinentes. Entre las
conclusiones convenidas del período de sesiones figuran medidas destinadas a
prestar apoyo a la labor de las organizaciones no gubernamentales, combatir
todas las formas de trata de mujeres y niñas, promover y proteger los derechos
de los trabajadores migrantes, en particular las mujeres y los niños, y
promover las actividades coordinadas de investigación sobre la violencia contra
la mujer.
Respuesta de la comunidad internacional
Desde la celebración
de la Conferencia de Beijing cinco años atrás, se han adoptado importantes
medidas en el plano internacional para eliminar la violencia contra la mujer:
En el Protocolo Facultativo de la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer, aprobado por la Asamblea General el 6 de octubre de 1999, se establece
el derecho de la mujer de pedir reparación por la violación de sus derechos
humanos, incluida la violencia basada en el género.
La Asamblea General aprobó en 1997 las
Estrategias y Medidas Prácticas Modelo para la eliminación de la violencia
contra la mujer en la esfera de la prevención del delito y la justicia penal.
Al igual que los tribunales penales
internacionales para la ex Yugoslavia y Rwanda, el estatuto de la Corte Penal
Internacional, aprobado en junio de 1998, contiene disposiciones específicas
relativas a los delitos basados en el género.
Un proyecto de protocolo de un nuevo
tratado propuesto, una convención de las Naciones Unidas para la supresión de
la delincuencia organizada transnacional, versa concretamente sobre la trata de
seres humanos, en particular de mujeres y niños.
Violencia en el hogar
La violencia en el
hogar, especialmente los golpes a la cónyuge, es tal vez la forma más
generalizada de violencia contra la mujer. En países en que se realizan
estudios fiables en gran escala sobre la violencia basada en el género, se
informa de que más del 20% de las mujeres han sido víctimas de maltrato por los
hombres con los que viven.
De acuerdo con el
Informe sobre el Desarrollo Mundial 1993 del Banco Mundial, las violaciones y
la violencia en el hogar culminan en la pérdida de más años de vida saludable,
entre las mujeres de 15 a 44 años de edad, que el cáncer mamario, el cáncer del
cuello del útero, el parto obstruido, la guerra o los accidentes de tránsito.
En respuesta a la
Plataforma de Acción de Beijing, los Estados Miembros de las Naciones Unidas y
la comunidad internacional han tratado de encontrar la manera de combatir más
eficazmente la violencia en el hogar:
Muchos Estados han promulgado leyes en que
se reconoce que la violencia ejercida por los maridos debe ser tratada de la
misma forma que la ejercida por extraños. En Suecia esos actos se definen como
graves violaciones de la integridad de la mujer, y se someten a penas más
severas que en los casos en que esos mismos actos sean realizados por extraños.
Austria, Belarús, Bhután, Hungría, México,
Portugal y Seychelles han decidido, por primera vez, considerar delito la
violencia sexual ejercida contra las mujeres por sus maridos.
En Sri Lanka, el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF) ha trabajado en estrecha colaboración con las
autoridades y las organizaciones no gubernamentales para prevenir la violencia
en el hogar mediante la educación del público utilizando los medios de
información y celebrando cursos prácticos destinados a sensibilizar a los
miembros del poder judicial y los funcionarios encargados de hacer cumplir la
ley.
Belarús, Polonia, la Federación de Rusia y
Zimbabwe figuran entre los Estados que han tratado de introducir servicios,
como los hogares de acogida y las líneas telefónicas especiales, para ofrecer
apoyo a las víctimas de la violencia.
Estados como Argelia y Brunei Darussalam
han creado dependencias, en sus departamentos de policía, encargadas de
combatir la violencia en el hogar.
Islandia ha creado un proyecto experimental
de dos años de duración, titulado "Hombres de responsabilidad",
destinado a los hombres violentos. El proyecto es supervisado cotidianamente
por la Cruz Roja de Islandia y se someterá a evaluación cuando haya terminado.
Trata de mujeres
La Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que la trata de mujeres y
niños, que casi siempre se realiza para la explotación sexual con fines
comerciales, genera hasta 8.000 millones de dólares anuales. Las enormes
ganancias que obtienen los perpetradores, que cada vez están más vinculados a
la delincuencia organizada, han convertido ese delito en una amenaza mundial
que se extiende rápidamente.
Las mujeres y niñas
pobres figuran entre los principales grupos afectados por los tratantes debido
a su marginación y limitados recursos económicos. Algunas participan
voluntariamente animadas por promesas de mayores ingresos y la esperanza de
dejar atrás la pobreza. Otras lo hace obligadas, y muchas terminan en la
prostitución contra su voluntad. Para cambiar esa situación:
Filipinas ha lanzado una iniciativa, en
cooperación con la sociedad civil y otros gobiernos, que incluye actividades de
capacitación de organismos de primera línea sobre cómo combatir la trata de
mujeres y niñas y elaborar procedimientos para ello.
Como parte de su investigación de la
delincuencia organizada, la policía creó una División para Combatir la Trata de
Mujeres dentro del Departamento de la Policía.
China ha introducido enmiendas en su código
penal respecto del secuestro de mujeres y niñas y la prostitución forzada.
En las zonas fronterizas, Myanmar ha creado
ocho centros profesionales para mujeres y niñas, a fin de evitar la trata de
mujeres.
Los Países Bajos han designado un relator
nacional encargado de describir el panorama general de los datos sobre la trata
de mujeres y los métodos para prevenirla.
Albania y la Federación de Rusia han
iniciado campañas educativas dirigidas a las posibles víctimas.
Mutilación genital femenina
De acuerdo con el
Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), se calcula que entre 85 y
114 millones de mujeres y niñas, la mayoría de las cuales vive en África, el
Oriente Medio y Asia, han sido sometidas a la mutilación de sus genitales.
La mutilación genital
femenina, también conocida como la "circuncisión femenina", consiste
en extirpar total o parcialmente el clítoris y otros órganos genitales. Su
forma extrema, la infibulación, consiste en extirpar el clítoris y ambos labios
y la sutura de la vulva, dejando solamente un pequeño orificio para permitir el
paso de la orina y el flujo menstrual.
Esa mutilación de las
niñas tiene importantes consecuencias a corto y largo plazos. Es extremadamente
dolorosa y puede provocar infecciones y la muerte, así como dificultades en el
parto y una mayor vulnerabilidad al VIH/SIDA. Esa práctica refleja el consenso
social imperante de que es preciso preservar la virginidad de la niña y la
mujer hasta el matrimonio y controlar su sexualidad. Los hombres en esas
culturas suelen no casarse con niñas o mujeres que no hayan sido sometidas a la
circuncisión, ya que las consideran "sucias" y "sexualmente
indulgentes".
Desde que se celebró
la Conferencia de Beijing, se han adoptado, entre otras, las siguientes medidas
contra la mutilación genital femenina:
Como parte de una campaña de promoción
internacional, en septiembre de 1997 el FNUAP nombró a Waris Dirie, activista y
modelo, Embajadora Especial para la Elimianción de la Mutilación Genital
Femenina.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
ha preparado materiales de capacitación e impartido cursos prácticos para crear
mayor conciencia entre las enfermeras y parteras en la región de África y el
Mediterráneo oriental, en un intento por procurar su participación activa en la
lucha contra la mutilación genital femenina.
La República Unida de Tanzanía, uno de los
diez países en que se practica ampliamente la mutilación genital femenina, ha
promulgado leyes que consideran delito esa práctica. Las sanciones incluyen
multas y la encarcelación. Los otros nueve países son Burkina Faso, Côte
d'Ivoire, Djibouti, Egipto, Ghana, Guinea, la República Centroafricana, el Senegal
y el Togo.
Varios países, como Australia, el Canadá,
los Estados Unidos, Nueva Zelandia y el Reino Unido, que tienen poblaciones de
inmigrantes que practican ese ritual, han aprobado disposiciones similares para
tratar de eliminar esa práctica.
Nigeria ha creado el teatro Fístula
Vesicovaginal y centros de rehabilitación para prestar servicios de salud a las
menores de edad casadas que han sido afectadas por la mutilación genital
femenina.
Los interesados en
obtener más información pueden ponerse en contacto con:
Sección de Desarrollo
y Derechos Humanos
Departamento de
Información Pública
de las Naciones
Unidas
Tel.: (212) 963-1742,
fax: (212) 963-1186
Dirección
electrónica: ruzicka-dempsey@un.org
Officina de la
Asesora Especial en Cuestiones de Género y el Adelanto de la Mujer
Naciones Unidas
Tel.: (212) 963-7977,
fax: (212) 963-3463
Dirección
electrónica: robertsonp@un.org
División para el
Adelanto de la Mujer
de las Naciones
Unidas
Tel.: (212) 963-3137,
fax: (212) 963-3463
Dirección
electrónica: loregnard-kasmally@un.org
La presente nota
informativa se basa en el documento titulado "Examen y evaluación de la
aplicación de la Plataforma de Acción de Beijing: informe del Secretario
General" (E/CN.6/2000/PC/2).
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